El Club de Motos BMW España, a través de uno de sus miembros más ilustres, Pedro Sáncho Mañanet, organizó los días 14, 15 y 16 de junio el Primer Encuentro de Motos Bóxer, tomando como base de operaciones Benasque, un lugar de referencia en el Pirineo Oscense para los deportes de invierno.
En los primeros días del mes de febrero, mi amigo Manuel y un servidor decidimos acudir a esta primera cita, él con su rutilante RT 1200 con la que ha venido realizando numerosos viajes, y yo con la veterana 1150 GS del año 1999.
El paisaje prodigioso, configurado por las cumbres y valles de Benasque, nos acogería para rendir homenaje al legendario motos bóxer de BMW, todo un símbolo de fiabilidad, carácter genuino y durabilidad, que han consagrado a la marca alemana, a la vez que han conquistado en sus casi 100 años de existencia (el motor bóxer cumplirá 100 años en 2023) el corazón de millones de amantes de las motocicletas.
Manuel se responsabilizó de programar la ruta, como excelente conocedor de la geografía española. De la geografía física, pero también la gastronómica y vinícola. Él es una extensión humana y muy bien documentada de la Guía Michelín.
Esta decisión constituyó todo un acierto y hemos disfrutado en este viaje de la amistad y camaradería que nos une.
En el Mesón Nazareno, situado en Roa de Duero (Burgos) hicimos parada para comer. Como puede observarse, la elección de un vino adecuado para acompañar un lechazo memorable es una cuestión muy seria y exige la mayor concentración.
Habíamos decidido finalizar la primera jornada en Zaragoza. De ese modo el segundo día nos permitió llegar holgadamente a Benasque a la 1 de la tarde, dos horas antes respecto al programa establecido por la organización para la apertura del parque cerrado, aún que cuando llegamos ya estaba montada la infraestructura y varios miembros del staff estaban ya en sus puestos recibiendo amablemente a los primeros comparecientes.
Junto con el Club de Motos BMW y BMW Motorrad, han participado y colaborado activamente en este evento SOMMOS HOTELES, la asociación de Empresarios de Hostelería de Benasque, la marca Continental, así como la entidad Huesca la Magia.
Todos ellos han puersto el empeño y han logrado que la organización haya sido inequívocamente exitosa.
A medida que los riders iban llegando en sus monturas bicilíndricas, se les ha hecho entrega de un generoso pack de bienvenida y se les ha ido asignando la habitación e instrucciones organizativas para las dos jornadas siguientes.
La tarde del viernes la dedicamos a visitar el Bernasque por nuestra cuenta, para a última hora acudir al acto de bienvenida, donde el alcalde y otros representantes del tejido empresarial de la zona nos invitaron con toda cordialidad a repetir visita al valle y conocer en progfundidad estas maravillosas tierras del Pirineo de Huesca.
Tras la cena, en animadas charlas de motos y viajes, Pedro Sancho nos recordó que el sábado a las 8 de la mañana debíamos estar sobre la moto en el parque cerrado para iniciar la jornada central de esta concentración a fin de completar alrededor de 330 km. por inolvidables carreteras de montaña.
La primera parada estaba fijada en el puerto de Castanesa, a 1485 m. de altitud y desde allí regresamos para retomar nuevamente la ruta.
Pudimos admirar una nutrida representación de la legendaria R-90-S y otros modelos históricos, algunos con más de 50 años a sus espaldas, magníficamente conservadas por sus orgullosos propietarios, pero que no se limitan a mostrar, sino que siguen montando con asiduidad y el placer que propociona el incomparable carácter del bicilíndrico Bávaro.
La parte motera de la jornada concluyó alrededor de las 2 de la tarde en el Alto de Ampriú, en la estación invernal de Cerler. Allí nos tenía el equipo organizador preparados 10 corderos al espeto, para acompañar con unas deliciosas migas y postre.
Concluida la magnífica comida en tan bello paraje, iniciamos el retorno a Benasque disfrutando de las curvas así como de las diferentes panorámicas que la montaña nos iba regalando a cada momento.
Con anterioridad a la cena del sábado, pudimos asistir a las ponencias de agunos de los embajadores que BMW cuida y en algunos casos patrocina.
Gustavo Cuervo, gran viajero y prolijo divulgador, acompañado por Javier Martínez y Luis Oromí, entre otros, nos ofreecieron una entretenida exposición acerca de sus experiencias viajeras y de su querencia incondicional por las bóxer de BMW.
Concluimos el día grande con una cena de "gala" a la altura de la estupenda jornada. La organización y los estamentos y empresas colaboradoras facilitaron una generosísima cantidad de regalos para sortear entre los participantes. A un servidor le correspondió un libro de rutas y viajes por España escrito por Gustavo Cuervo. Amablermente se brindó a firmarlo y pasa formar parte de mi biblioteca de viajes. Muchas gracias Gustavo.
La mañana del domingo 16 hicimos una ruta corta pero excepcional, hasta alcanzar Llanos del Hospital, realizando una parte del recorrido por una estrecha carreterita de montaña, que de forma habital no está autorizada para la circulación de vehículos privados.
Ese lugar mágico pondría colofón a esta inolvidable concentración y desde ahí ya inicimos el regreso a casa, en nuestro caso con parada para dormir en Logroño, tras la preceptiva y obligada visita a varios establecimiento de la afamada calle Laurel, donde pudimos degustar en animada charla los estupendos tintos de denominación de Rioja.
Concluimos el viaje con 2.540 km. y la alegría recíproca de haber participado en un merecido homenaje de reconocimiento a un modelo de motor legendario, pero también por haber compartido una experiencia gratificante de amistad.
Solo queda agradecer una vez más la exquisita atención y eficacia del equipo organizador de este evento, que debería constituir el primero de otros muchos encuentros anuales. Ánimo Pedro para acometer la organización de próximas concentraciones.
Hasta pronto.
1 comentario:
Sera todo un placer recibiros de nuevo
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