27/7/09


Después de añadir el brandy al vino para detener el proceso de fermentación, en las bodegas es trasvasado a las barricas de 600 litros cuando el propósito es que oxide y absorba los aromas y sabores del roble francés.
Cuando se trasvasa a las enormes cubas de madera vertical, el vino absorbe en menor cuantía esos aromas. y el proceso de oxidación se reduce sensiblemente.
En la visita guiada la guía nos fué explicando las diferencias y características de cada una de las variedades, mientras caminábamos por largos y oscuros pasillos abovedados.
Finalizamos la visita en una sala en la que nos invitaron a catar cuatro tipos de vino: el rubí, tawny, blanco semi seco y blanco lágrima.
El rubí es el más clásico y conocido, además de ser el preferido de los ingleses.
Para los portugueses el preferido es el tawny, que pierde en el proceso de envejecimiento el color rubí original y adquiere una coloración mas clara. El sabor es asimismo más suave, menos dulce que el rubí. También a nosotros nos gustó mucho esta variedad.
Dentro de las dos variedades de blanco el lágrima es el de sabor más dulce. El semi seco es sin embargo muy apropiado para aperitivo y debe consumirse fresco. Este último nos gustó tanto que pasamos por la tienda para traernos un sabroso "recuerdo".
Finalizada la degustación de estas estupendas variedades de Oporto de 20º de graduación ¡hips!! ya retornamos hacia casa en medio de fuertas aguaceros y vientos racheados más propios del crudo invierno que de la mitad del mes de julio.

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