Coincidimos en La Alberca con una Concentración de Motos Clásicas, cuyos motores sonaban a épocas lejanas, brillantes por los esmerados cuidados de sus propietarios entusiastas.
Modelos diferentes de viejas BMW magníficamente restauradas despertaban el interés y la curiosidad de los transeuntes.
Pero especialmente este modelo tan conocido y equipado específicamente para tareas bélicas. Tuvo una participación muy significada en la segunda Guerra Mundial transportando efectivos con gran eficacia y rapidez, incluso en las condiciones más adversas.
Los motores boxer eran los más habituales en la concentración. En su tiempo y aún en la actualidad son garantía de eficacia y fiabilidad.
Salíamos ya de la Plaza Mayor cuando un sonido familiar nos retuvo. Dos Montesa Impala irrumpían en el recinto con el sonido característico de su motor.
Nueve horas de paciente y lento viaje desde Asturias no impidieron que sus propietarios luciesen una sonrisa cómplice cuando les contamos que ese modelo había sido la moto en los ya lejanos años de noviazgo.
Pensando que tal vez nosotros empezamos a ser también unos clásicos, cerramos esta crónica con esta imagen tantísimas vista desde el manillar de una Montesa Impala.
Pensando que tal vez nosotros empezamos a ser también unos clásicos, cerramos esta crónica con esta imagen tantísimas vista desde el manillar de una Montesa Impala.
Hasta pronto
3 comentarios:
Un buen marco para tan hermosas motos, me gustan. Un saludo.
Bonitas fotos y preciosas máquinas¡¡
Gracias por compartir ;)
V´ss
que maquinas...esa vertiente de la aficion tambien me gusta. Seria un lujo poder restaurar una alguna vez. Buen entorno para ver esas piezas de museo juntas.
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