9/9/13

Ruta do Deza

Esta entrada corresponde a una nueva ruta senderista compartida con Vladi y Merche, ya transitada por ellos anteriormente y que ahora nuevamente comparten generosamente con nosotros, como ha sucedido anteriormente con otras muchas.
Se trata de la Ruta do Deza que discurre desde el Monasterio de Carboeiro hasta a Fervenza do Toxa.
Convinaremos por lo tanto la historia contenida en las añejas piedras del hermoso monasterio, la belleza del recorrido, el susurro permanente del agua vivificadora y el estallido espectacular de la cascada donde concluye la ruta, para desde ahí volver sobre nuestros pasos.
El punto de inicio de esta ruta se sitúa en la fachada del Monasterio, desde donde se toma un sendero descendente hasta a Ponte do Demo (Puente del Diablo). Una vez cruzado dicho puente, se sigue el curso del Río Deza hasta el Área Recreativa de A Carixa, situada en el bello pueblo de Merza, ya en el Concello de Vila de Cruces.
Dispone esta Área Recreativa de cuidados espacios para el esparcimiento y una zona muy bien acondicionada para el baño, así como de un bar y terraza pésimamente atendidos por el personal encargado de esas tareas, que tiene distraido el sentido de la higiene y el buen trato.
Desde la Playa de A Carixa nos dirigimos hacia Merza y tras cruzar el pueblo seguimos el sendero bien señalizado que nos introduce en un acogedor bosque de robles, cruzamos un puente de hierro sobre este paisaje magnífico.
A partir de aquí el sendedo se inclina considerablemente aunque para nada puede conceptuarse como difícil. Al contrario, las sucesivas cascadas por las que el Río Toxa se precipita en los innumerables escalones graníticos, entretienen la vista y hacen olvidar el razonable desnivel ascendente.
Se suceden zonas sombrías y frescas durante todo el recorrido, pobladas de alisos y otros árboles típicos de ribera, como los abellanos y sauces.
También encontramos algunos Madroños, siempre espectaculares e inconfundibles por sus tallos rojizos, hojas brillantes y dentadas y los frutos aún verdes.
Claro que para alcanzar las mejores vistas sobre el curso del río que vamos ascendiendo, es preciso descolgarse acrobáticamente sobre las resbaladizas y húmedas rocas.
Así alcanzamos la base de la cascada del Río Toxa, que aunque la foto no hace honor a la espectacularidad del enclave por hallarse la zona nublada, se precipita desde más de 60 metros de altura.
Coincidimos con un grupo de excursionistas que habían alcanzado un mirador situado en la parte superior en autobús, y por ello no tuvimos muchas posibilidades de hacer alguna foto decente.
En el camino de regreso, desde la Playa de A Carixa nos desviamos para contemplar el esqueleto sólido aún de este hermoso puente.

... y retornamos al Monasterio de San Lorenzo de Carboeiro. Como bien sabéis, con independencia de la orden religiosa que los atendían, los monasterios están siempre ubicados en lugares espectaculares, próximos a fuentes o ríos que garantizan el suministro de agua y en zonas que invitan al recogimiento y la reflexión.

Haciendo honor a nuestras costumbres, elegimos cuidadosamente tambíen los lugares de avituallamiento. Contagiados de la espiritualidad de los monjes ancestrales, nos situamos en un preciosa isla donde nuestros oficiantes de cabecera coordinan alegremente los preparativos del ágape.
 Aparentemente armonizan la cantidad con la calidad, al menos eso parece. Una magnífica comida confirmo.
Al día siguiente hacemos una visita a la Fraga de Catasós, muy próxima a Lalín. Los senderos que la cruzan están en muy mal estado, ello nos impide admirar algunos castaños de más de 30 metros de altura y 5,5 m. de diámetro.
Al igual que antaño solía hacer Emilia Pardo Bazán, autora de "Los Pazos de Ulloa", paseamos por las zonas transitables de esta Fraga. Una lástima que a quien le corresponda la responsabilidad, no conserve como merece este espacio único.


Finalmente nos dirigimos al pueblo de Codeseda para visitar el Museo Etnográfico "Casa do Patrón", cuya ubicación está muy bien señalizada desde la estación de ferrocarril de Lalín.
En el enlace situado anteriormente se puede obtener información acerca de su emplzamiento, así como de la gran cantidad y calidad de material expuesto, pero debemos subrayar  la pormenorizada información que proporciona sobre el mismo.
Para alojarnos elegimos el Hotel Ramos en Silleda. Resultó una magnífica elección, porque estuvimos muy cómodos en un establecimiento limpio, silencioso, económico y con excelente trato con los usuarios.(ver enlace).
Este inusual cultivo de girasoles, en las proximidades de la estación de ferrocarril de Lalín ponen punto final a esta entretenida escapada senderista.
Hasta pronto.









































3 comentarios:

CARLOS dijo...

Que preciosidad de ruta, que cascadas más guapas. Tomo nota por si un día me acerco por la zona. Saludos.

Anónimo dijo...

Buena crónica,quiero recordar,que se acerca octubre,con sus magníficos colores.A buenos entendedores....

Anónimo dijo...

Me encanta la ruta; yo no la hice pero conozco la zona y doy fe de que es una preciosidad, lo mismo que el reportaje: otra preciosidad.
Lilí