20/4/12

Pazos de Arenteiro

La mañana en la comarca vinícola de O Ribeiro se despereza entre la espesa niebla y temperatura de 3º que invita a iniciar la ruta que nos llevará desde Leiro hasta el pueblo vecino de Pazos de Arenteiro.


Pero muy pronto el sol se abre paso cuando encima de Lebosende alcanzamos el bosque, que ya no dejará de protegernos durante todo el recorrido en esta hermosa ruta senderista por las bien señalizadas tierras orensanas.

En las primeras horas matinales, las delicadas telarañas permanecen impregnadas por el rocío.
Caminamos por un sendero cubierto por una espesa alfombre de hojas y flanqueado por añejos muros recubiertos de musgo
Como sucedió en la ruta por la comarca de Cortegada, también aquí encontramos un pueblo abandonado y conquistado por la vegatación. Viñoa conserva únicamente en pie los muros exteriores de alguna de sus construcciones.
Tras un pronunciado descenso que en el camino de regreso habrá que ascender, en la entrada a Pazos de Arenteiro nos desviamos a la derecha por la carretera hasta alcanzar este antigüo puente sobre el Río Avia.
El caudal es escaso debido a la extrema sequía invernal, insólita aquí en Galicia. Ha sido el invierno más seco de los últimos 60 años
Un paisaje como éste invita a una pose del equipo de intrépidos caminantes

El escaso caudal permite disfrutar las esculturas talladas en las rocas enormes. El arte creado por el hombre coexiste armoniosamente con la naturaleza extraodinaria.
Encontramos un viejo puente integrado en la espesura, la ruta no dejará de sorprendernos con paisajes como éste.
Al otro lado del puente se encuentra el cartel señalizador que indica la dirección hacia o Pozo dos Fumes. Hacia allí vamos.
Como cabe imaginar, el Pozo dos Fumes es profundo. La particularidad de todo este tramo del río es el color oscuro de las aguas.



Desde O Pozo dos Fumes (Pozo de los Humos en español) ascendemos rápidamente hacia Pazos de Arenteiro.
Vemos varios pazos construidos en recio granito, alguno en inequívoco estado de abandono, pero que aún así conservan la esencia de las construcciones palaciegas del Reino de Galicia.
Abundan los blasones en las fachadas y la iglesia de San Salvador con un hermoso pórtico.

Lo que antes descendimos, ahora debemos remontarlo, aunque siempre con buen humor y la mejor disposición
En Lebosende comienza y finaliza la ruta. Por ese estrecho camino que no está señalizado, junto a la iglesia. Por ese motivo colgamos esta fotografía.
El resto del recorrido está perfectamente indicado. Son alrededor de 10 km. de reconfortante sendero que discurre en su práctica totalidad bajo la sombra siempre agradecida de bosque caducifolio.

Después de una grácil caminata la mañana debe finalizarse del mejor modo posible. Con un delicioso pulpo...

...y carne o caldeiro, que en esta zona tiene cabida inexcusable en todo banquete que se precie. Que no falte el vino

Hay!!! como se le alegraba la pestaña al personal poniendo contundente colofón a la comida con tetilla y membrillo.
Excelente ruta y mejor compañía como siempre.
Hasta pronto





























3 comentarios:

Ana Tenerife dijo...

Preciosa la ruta, y, por lo que veo, muy bien cuidada. y...¡que decir del llantar...! Una delicia...

Anónimo dijo...

Cada día te superas más en tus reportajes. Este me encanta. Las fotos reflejan un paisaje maravilloso, y las artísticas como la de la tela de araña, ni te cuento........de concurso.
Besos, Lilí

CARLOS dijo...

Hey!!! a esa me sumo yo, que bueno el pulpo, jajaja, este mes estuvimos en Coruña y dimos buena cuenta de él, esta de lujo. Preciosa ruta, me encanta la fotografía de la tela de araña, es preciosa. Aunque todas lo son, una buena ruta, para tomar nota. Un enorme abrazo y buen fin de semana.