1/6/10

MONASTERIO DE CAAVEIRO












Cuando alcanzamos el tercer puente colgante, abandonamos por un instante la confortable sombra que nos ha protegido durante los 5 km. de trayecto, para tomar el desvío a la izquierda que en pronunciada pendiente nos conduce hasta el Monasterio de Caaveiro.

La desenbocadura del Río Sesín en el Umia forma una pequeña península sobre un promontorio de considerable desnivel rematado en una roca de granito. Sobre la base sólida de las rocas emerge repentinamente entre los robles el Monasterio de Caaveiro en un emplazamiento mágico y armonioso.
Con que extraordinario acierto elegían las órdenes religiosas la base de operaciones para situar los monasterios.

Dejando el Monasterio a la izquierda, bajamos 200 metros hasta el puente sobre el Río Sesín. Allí comemos sentados sobre las rocas y rodeados de pequeñas cascadas. Otro rincón espectacular digno de la mejor composición de un pintor costumbrista.

Después de la visita guiada donde nos explican que fué fundado por San Rosendo alla por el año 936, aunque posteriormente lo habitaron los Canónigos Regulares de San Agustin. Una larga e interesante historia que concluyó, como tantas otras, de forma no muy afortunada en el Siglo XIX con la desamortización de Mandizábal.
El guía solicita silencio para acceder al interior de la iglesia. El motivo es que Señora Lechuza, haciendo gala de un gusto exquisito, ha establecido su domicilio en ese lugar con tanta historia y dormita plácidamente en el sopor del mediodía en las vigas del tejado. Los visitantes correspondemos a su hospitalidad con silencio respetuoso.
Después de la singular visita continuamos el recorrido hasta una pequeña presa hidroeléctrica donde decidimos regresar al punto de partida.

Comenzamos a las 11 de la mañana y cuando finalizamos a las 6 de la tarde, solamente hemos cruzado en todo el recorrido a un grupo de amigos y una pareja. No está nada mal para un día en uno de los bosques más bellos de la franja atlántica.

1 comentario:

M.Eugenia dijo...

Este monasterio también es una maravilla, sobre todo por el entorno.
Saludos