22/6/09

A Puebla de Sanabria


Acercarnos a Puebla de Sanabria en moto no es un viaje para avezados moteros, sino más bien una modesta escapada.
En nuestro caso se trataba de un tímido ensayo sobretodo para nuestra espalda y para el "punto de apoyo". Así es que el cuatro y cinco de abril instalamos las maletas y baul en la moto. Sin más preámbulos a las 9,30 este par de yama-jos salimos de Vigo soportando una tímida lluvia que por momentos presagiaba una primera experiencia poco gratificante.
Sin embargo, a medida que nos aproximamos a las tierras llanas de Xinzo, las nubes fueron dejando paso progresivamente a amplios claros y a partir de ese momento pudimos disfrutar de una temperatura agradable y una tibia mañana de primavera.
Hicimos una primera parada en A Gudiña y consensuamos de mutuo acuerdo la primera norma de viaje para lo sucesivo: "es conveniente para el cuerpo y el alma un descanso cada hora y media aproximadamente". Ello permite estirar las piernas, tomar algo, charlar y cambiar impresiones o si procede, llenar el tanque también.
Además, al contrario que un viaje en coche, donde el trayecto constituye la parte molesta y obligada que es preciso sufrir entre el punto de partida y el lugar de destino, cuando se viaja en moto sucede todo lo contrario, el viaje empieza ya previamente en la planificación y consecuentemente en el desplazamiento.
Nosotros circulamos con tranquilidad, aunque en esta primera escapada aún teníamos pendiente de incorporar un adelanto tecnológico que ameniza considerablemente el trayecto de estos moteros novatos.
Volviendo al tema que nos ocupa, a las 12,15 llegamos a la Plaza Mayor de Puebla de Sanabria, donde después de las fotos de rigor, visitamos la oficina de turismo que está ubicada en el interior del castillo, para hacer acopio de información sobre los puntos de interés, que en esa comarca son numerosos.
Una vez concluido ese trámite nos desplazamos hacia El Puente, donde realizamos reserva de alojamiento y nos fuimos a disfrutar la generosa invitación de la hermana mayor que celebraba cumpleaños en compañía de su prole. Allí dimos cuenta de unas suculentas chuletas de la tierra.
¡¡¡ ....y que cumplas muchos maaaaas!!!!!
El primer contacto con las carreteras secundarias que comunican Sanabria con los pueblos situados en la circunvalación del Lago fue muy agradable. se trata en términos generales de vías con asfalto en buen estado y que discurren siguiendo los accidentes geográficos. La vegetación es abundante y propicia para un viaje tranquilo, disfrutando del paisaje y haciendo paradas continuadas para contemplar aquellas zonas que desde la carretera no es posible visualizar o para acercarnos a la orilla del Lago que presenta múltiples y variados atractivos. En esos trayectos cortos recuperamos la solidaria costumbre motera de saludar a los colegas que como nosotros, estaban visitando Sanabria y alrededores a lomos de sus motos.

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